Ciudad de estrellas…

Ciudad de estrellas…

Cuentos de hadas…

Príncipes azules…

Princesas de castillo…

Destino o suerte…

Almas gemelas…

Si hubiera una ciencia que comprobara que los anteriores existen o no, sería muy aburrido, pero menos doloroso. Cambiar felicidad por paz? Pasión por estabilidad? Dolor por rutina? ansiedad por aburrimiento?. Muchos tomarían la opción!, por cuánto tiempo?. Amamos el drama, la historia, el cine, la música, cada medio de comunicación nos ha sembrado la idea de que el verdadero amor debe ser dramático, difícil, ganado. Es de esperar que la mayoría viva relaciones que no disfruta o se amargué porque los estándares son tan altos que no se puede tener una. Pero somos una especie que sobrevive en grupo, no podemos evitarlo, podemos tomarlo como una elección esencial o reconocer la ilusión falsa de que realmente no elegimos con quien estamos, solo con quien no lo hacemos, por más que los medios permitan que estemos conectados con miles, hasta millones de personas en el mundo, hay billones de habitantes y la posibilidad de conocerlos a todos es casi nula, no podría decirse entonces que realmente no elegimos a nuestra pareja si no que aceptamos al que en nuestro circulo posible sea el más adecuado. Ya no existe esa época dorada en la que por amor se perdía la vida, la fortuna, la reputación y hasta la cordura; ahora todos y todas están disponibles, para qué un esfuerzo excesivo cuando algo parecido se consigue más fácil a la vuelta de la esquina, hemos hecho que el reto se pierda y como una especie conquistadora y colonizadora por naturaleza al perder esas características hemos tergiversado y perdido la pasión por la pasión, por el romance, por lo básico, por lo trascendente…

Sueno a viejita de 80 años, pero emocionalmente habría escogido nacer en otra época, menos vaga, menos fácil, menos mediata, desearía recibir una carta escrita a mano y no un WhatsApp, una llamada en vez de un sms, unas piedritas en la ventana a una hora inesperada y no 200 mensajes a través de una pantalla que roban tanto tiempo y a veces no dicen mucho, que lindo sería ponerse una cita en una hora y lugar y cumplirla, sin tener que reconfirmar y hablar por días de ello, cada vez estamos más conectados pero más solos, los abrazos, risas, besos, fiestas, copas, existen a través de emoticones, en la vida real ese estrecho círculo social con el que se  forman cadenas eternas de mensajes se ve solo una vez al año, no ríe cuando se ven, escasean los abrazos, la fiesta es casi obligada y muchos ya no beben. La aparente evolución solo nos ha alejado como personas. Cambiamos expresiones por abreviaciones, dejamos de usar la lengua para ensanchar nuestros dedos de tanto escribir, permitimos que la vida fuera publica pero nos quejamos de la falta de intimidad, nos cuesta mirar a nuestro interlocutor por más de media hora seguida sin ver el celular pero alegamos que no entendemos porque el mundo se ha vuelto tan frío…somos simplemente humanos, una especie que se apodero de un mundo y lo drena poco a poco, somos consentidos, estamos acostumbrados a tenerlo todo, a tener tanto, podemos ver a nuestro alrededor y las maravillas dejaron de sorprendernos o peor aún dejamos de verlas…

Está bien creer en esas fantasías, también está bien no hacerlo, simplemente no considero que este bien abandonarnos, rendirnos como especie, podemos ser una masa inteligente, la evolución no está en contra de los principios, la tecnología no pelea con la pasión, cambiar un drama por otro que nos satisface menos no tiene sentido.

Goza, llora, pierde, apuesta, tómalo o déjalo, pero con pasión, eres un ser humano!

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